Proyecto MICA gana reconocimiento nacional a la innovación en Sustentabilidad

El proyecto Mapas Interactivos, Estaciones de Monitoreo y Trayectorias Formativas para la Enseñanza y el Aprendizaje del Cambio Climático en la Escuela (MICA) fue reconocido como ganador del Reconocimiento a la Innovación en Sustentabilidad en la categoría Personas, distinción otorgada por la Red Campus Sustentable en colaboración con la Red de Universidades Estatales “Compromiso con el Desarrollo Sustentable” del CUECH y Metared S de Universia.
Este reconocimiento busca destacar iniciativas transformadoras impulsadas por instituciones de educación superior que aportan a la sustentabilidad y a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. En ese marco, MICA fue distinguido por su enfoque interdisciplinario y territorial que integra ciencia, tecnología y pedagogía para abordar el cambio climático desde la escuela y los territorios, articulando procesos formativos con herramientas innovadoras que promueven una comprensión crítica del fenómeno.
El proyecto, surgido desde la colaboración entre el Instituto de Geografía, el Instituto de Química, el Centro de Investigación en Didáctica de las Ciencias y Educación STEM (CIDSTEM) y el Centro Costadigital de la PUCV, junto a Cedel UC, ha impactado a más de 250 docentes y 3.000 estudiantes en cinco países de América Latina. Su implementación contempla la instalación de estaciones de monitoreo ambiental en establecimientos escolares, el uso de mapas interactivos con datos generados localmente y trayectorias formativas flexibles para el desarrollo profesional docente, promoviendo prácticas pedagógicas que vinculan el entorno local con los desafíos globales del cambio climático.
MICA es una inicitiva desarrollada en el marco de un proyecto FONDEF y en ella participa como investigadora principal la investigadora CIIR Rukmini Becerra.
Los resultados del proyecto han sido publicados en revistas científicas internacionales como The Journal of Environmental Education y Frontiers in Education, y presentados en seminarios, congresos y encuentros nacionales e internacionales. Asimismo, MICA ha sido adoptado como modelo en programas de formación docente en distintas regiones del país, contribuyendo directamente a las metas de la Política Nacional de Cambio Climático y al fortalecimiento de una ciudadanía climáticamente alfabetizada.
Para Cristian Merino, académico del Instituto de Química y miembro del equipo fundacional del proyecto, expresó que “el reconocimiento recibido destaca la vocación transformadora del proyecto, así como su capacidad para movilizar comunidades escolares y educativas en torno a la acción climática desde la educación, reafirmando el rol de la escuela como espacio clave para el desarrollo sostenible. También reafirma la importancia de desarrollar soluciones educativas que integren innovación, sostenibilidad y justicia ambiental, con pertinencia cultural y territorial”.
Sonia Pino, profesional del Centro Costadigital y también integrante del equipo fundacional, expresó que “en el camino de este desarrollo el equipo de profesionales, académicos y docentes de aula que forman parte de la iniciativa ha ido creciendo, nuestros lazos cruzan las fronteras nacionales y tenemos la intención y las energías para continuar en ese rumbo. El cambio climático es un tema complejo, pero mientras más personas podamos contribuir a crear espacios de aprendizaje en los territorios locales, estaremos mejor preparados para enfrentar este desafío. Este reconocimiento, por lo tanto, nos impulsa a continuar creciendo en cobertura y profundidad junto a las instituciones y personas que han colaborado en el proceso”.
El reconocimiento a MICA no solo valida una trayectoria de trabajo sostenido en educación ambiental desde la innovación, sino que también refuerza el compromiso de la PUCV con una educación transformadora, socialmente justa y territorialmente situada. A través de esta distinción, el proyecto se proyecta como una referencia nacional e internacional en la enseñanza del cambio climático, y como un ejemplo concreto de cómo la escuela puede convertirse en un agente activo frente a los desafíos de la crisis climática.