Comienza quinta etapa del proyecto de arte contemporáneo Diálogos del Reconocimiento: Materialidades en diálogo
Reconocer, visibilizar y valorar la identidad intercultural de nuestro país han sido algunos de los objetivos que dieron origen, hacia el 2014, al proyecto “Diálogos del reconocimiento” que reúne a la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile y al Centro de Estudios Interculturales e Indígenas, CIIR. Así, durante estos siete años, el trabajo interdisciplinario y colaborativo de artistas, cientistas sociales y comunidades de Pueblos Originarios, han impulsado el desarrollo de procesos innovadores y atrevidos de investigación, dando como resultado nuevas metodologías y formas de generación de conocimiento desde las artes visuales.
De este modo, “Diálogos” se ha consolidado como un espacio para la reflexión en torno a las relaciones interculturales, desde el cruce entre arte y ciencias sociales, que encuentra su materialización en proyectos de creación-investigación conducentes a la producción de obras y divulgación de sus resultados a través de exposiciones.
Hasta hoy, son cuatro los proyectos desarrollados y expuestos bajo su alero: “Diálogos, Investigación y creación en torno a interculturalidad” (2014-2015), proyecto que itineró durante un año por distintas salas en Chile. Después vino “Territorios Alternos” (2016-2017), en que avanzamos hacia un trabajo conjunto con comunidades indígenas de distintos territorios del país. “Caminos Convergentes” (2018) fue una iniciativa en la cual se incorporaron estudiantes egresados de la Escuela de Arte UC; y “Territorios en Tránsito” (2019), primera muestra fuera de Chile, que se llevó a cabo en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo en Guayaquil, con la que dimos a conocer internacionalmente gran parte del recorrido realizado por el proyecto.
Actualmente, “Diálogos” se encuentra finalizando el proceso de investigación y creación de su quinto proyecto: “Materialidades en diálogo”, curado por Mónica Bengoa y Danilo Espinoza, iniciado en marzo de 2020 y que en julio del presente año dará inicio a una serie de exposiciones en Chile y el extranjero.
“Materialidades en diálogo” reúne a las y los artistas Paula Baeza Pailamilla, Gonzalo Barceló, Felipe Cisternas, Mónica Bengoa, Danilo Espinoza y Natalia Montoya, en torno a 4 ejes problemáticos: El diálogo intercultural; la creación como investigación; el trabajo interdisciplinario; y la reflexionar y producción de obras teniendo como punto de partida las materialidades. Todo lo anterior, asumido desde el particular contexto actual, marcado no solo por la pandemia, sino también por la crisis social y política en la que se encuentra nuestro país. Estas condiciones determinaron que el trabajo se trasladara al medio online, tanto los procesos colaborativo entre artistas e investigadores, como las reuniones de coordinación curatorial y presentación de procesos donde se incorporaron a diferentes investigadores invitados/as.
De este modo, el trabajo con los invitados durante el año 2020 permitió entablar diálogos y reflexiones en torno a la interculturalidad con investigadoras como Ashanti Dina Orozco, con quien se abordaron las complejas relaciones históricas entre racismo y colonialismo; Fernando Pairican, quien abordó en profundidad el conflicto entre el Estado y el pueblo Mapuche; y Cristián Simonetti, quién compartió su trabajo de investigación en torno al concreto, su propiedades, historia y significados desde su área de trabajo, la antropología.
Durante este año y medio se ha realizado un trabajo en torno a una metodología de investigación–creación que permite ver de qué manera cada artista crea, organiza y desarrolla sus obras. Para lo anterior, las reuniones virtuales, en algunos casos de manera grupal y periódicas, y en otros de manera personalizada, permitieron indagar en las formas en que cada una/o trabaja sobre sus procesos de creación y producción, cuyos resultados serán exhibidos individualmente durante este 2021 y grupalmente el año 2022.
Los proyectos desarrollados por las y los artistas transitan por diversos temas, problemáticas y materialidades:
Paula Baeza, en su proyecto se propone recuperar el territorio de la memoria del deseo y el placer en los pueblos indígenas. Se les llamó “Huesquel” a unos pequeños y delicados tejidos hechos de crin de caballo manufacturados por mujeres mapuche. Estos tenían como propósito la estimulación sexual femenina mediante estas prótesis puestas en el miembro de los varones. A través de las referencias visuales proporcionadas por el antropólogo, historiador y combatiente en la Guerra del Pacífico Tomás Guevara en su libro “Psicolojía de los Araucanos” (1908), esta obra exhibe reproducciones usando la misma materialidad, generando un vínculo entre los conocimientos del cuerpo y el placer en la memoria del Pueblo Mapuche y el contexto actual.
Gonzalo Barceló y Felipe Cisternas desarrollaron una video-instalación donde, en el centro de la sala, un círculo de dos metros de diámetro muestra imágenes microscópicas de objetos cotidianos: flores, piedras, cáscara de fruta, ceniza. De pie, al borde del círculo, se escuchan voces de once personas de Santiago. Cuentan sueños, recuerdos e imaginan la muerte. En la instalación “Río de arriba”, fragmentos ínfimos de objetos y breves relatos se entretejen formando un pulso, una imagen, un paisaje.
El proyecto de Mónica Bengoa, titulado “Historias que crecen en un país sin noche” nace en un contexto excepcional desde donde surgen innumerables preguntas. ¿Qué es lo realmente esencial en medio de la más profunda precariedad? Cuando las certezas escasean, las manos tantean, tejiendo, unas pocas respuestas.
Rodrigo Castro, define su proyecto “CALLANA: CheKalül Pekarh (Cuerpo Manchado)” como una instalación que reflexiona en torno a las distintas violencias ejercidas sobre cuerpos e identidades mapuche a través del objeto encontrado; como testigos y víctimas de una herida colonial que perdura hasta nuestros días. Cuerpos marginados, abandonados, quemados, mutilados, desmembrados, marcados, manchados y corroídos componen esta muestra.
El proyecto de Danilo Espinoza titulado “Técnica seca”, alude tanto al campo del arte y sus procedimientos tradicionales, como a los materiales principales a través de los cuales da forma a las obras. Humo y sal, utilizados desde la antigüedad para preservar alimentos, absorbiendo y reduciendo la humedad, son desplazados metafóricamente en su propuesta a la idea de preservar y rescatar la memoria autobiográfica, para desde ahí conectar con problemáticas sociales, políticas y culturales.
El proyecto de Astrid González “La masacre del perejil”, surge de la revisión de archivos digitales, prensa y vídeos noticiarios con información sobre el asesinato masivo denominado “La masacre del perejil”, ocurrida en la frontera entre Haití y República Dominicana en el mes de octubre del año 1937, ordenada por el ex presidente Rafael Trujillo. A través de los lenguajes plásticos del vídeo, el dibujo digital, y la diagramación de libro de artista, Astrid construye una narración crítica y sensible que busca cuestionar el génesis racista con el que fue organizada y ejecutada esta masacre que tuvo como objetivo erradicar violentamente de la zona fronteriza de la República Dominicana, a la población haitiana, para luego cederle las tierras a inmigrantes europeos como plan de blanqueamiento social y cultural.
El proyecto de Natalia Montoya, “La piel que arrugan los perros cuando gruñen”, es una búsqueda a través de lo plástico donde a través de ejercicios auto etnográficos, ha construido un relato que revive la identidad aymara mezclada con la vivencia personal del imaginario del indio norteamericano, el cual se ha representado en el territorio nortino en el baile de la fiesta de la Tirana, pieles rojas de Damian Mercado. A través de esto se reconstruye la idea del indio desde sus tejidos, artefactos y espacios espirituales, punto de convergencia entre ambos grupos humanos.
En la exposición “Historias que crecen en un país sin noche”, Mónica Bengoa presenta los resultados de su indagación en torno a aquellos asuntos que pasan comúnmente inadvertidos, pero que sobre todo en una situación de encierro y aislamiento como la que hemos enfrentado, invita a preguntarse qué es lo esencial en nuestras vidas. Así, el proyecto “historias de semillas y otras tantas cosas invisibles” incluido en la muestra, y que es parte de los resultados del actual proyecto “Materialidades en diálogo”, surge como respuesta en la forma de una serie de semillas de árboles nativos o endémicos chilenos tejidas a crochet; diminutos recordatorios de lo que no vemos, no oímos, ignorantes de su verdadera relevancia.
Calendario de exposiciones
Paula Baeza | Julio |
Natalia Montoya | Agosto |
Felipe Cisternas y Gonzalo Barceló | Octubre |
Danilo Espinoza | Noviembre |
Mónica Bengoa | Diciembre |
Por último, les invitamos a visitar el portal del proyecto: Diálogos del Reconocimiento