Indígenas y no indígenas frente al espejo

Estudio longitudinal nos muestra qué decimos ser, cuánto confiamos en los otros y cuándo aceptamos la violencia.
La relación entre indígenas y no indígenas ha atravesado diferentes niveles de conflicto y cooperación en la última década. Una de las herramientas más importantes para investigar esa variación es el Estudio Longitudinal de Relaciones Interculturales (ELRI), una encuesta que se ha aplicado cada dos años (2016, 2018, 2021 y 2023) y ha permitido iluminar las dinámicas de las relaciones entre ambos grupos.
Los hallazgos del ELRI están reunidas en el libro (Re)configuraciones interculturales: Un estudio longitudinal de las relaciones entre indígenas y no indígenas en Chile (2016 – 2024) [1]. En este artículo se revisan tres aportes de la encuesta: (1) por qué las personas se identifican como indígenas o no indígenas y, por qué, en algunas circunstancias, pasan de un grupo a otro; (2) qué hace variar la confianza que se tienen ambos grupos; y (3) cómo evalúan la violencia que generan los que protestan y la que despliega el Estado.
Indígenas y no indígenas frente al espejo